Historia del Liceo Franco Costarricense

RESEÑA HISTÓRICA

Cuando, allá por 1967, el entonces Embajador de Francia en Costa Rica, Maurice Perrin y el director general de Asuntos Exteriores de Costa Rica, Lic. Álvaro Antillón, conversaban sobre la posibilidad de que aquel país europeo  coopera culturalmente con el centroamericano, jamás imaginaron que darían origen a una realidad en Costa Rica: un liceo de Enseñanza Media que se rige bajo la metodología francesa y que proporciona una educación absolutamente bilingüe y de alto nivel.

Como lo dijera en aquel entonces el primer director del Liceo Señor Descroix: “Nuestro deseo es que los alumnos salgan preparados para ser útiles a su  país, con una cultura general lo más vasta posible”.

Y para ello fue que ambos gobiernos, el francés y el costarricense, inspirados en su amistad reciproca y considerando que un esfuerzo común a favor de la cultura latina, herencia valiosa que comparten ambos pueblos, no podía la más profunda, decidieron aportar su cooperación, para crear, en San José  de Costa Rica, un establecimiento franco costarricense de enseñanza media.

Así quedó establecido en los estatutos que rigen la institución, a través de la Asociación Franco Costarricense de Enseñanza que fue creada el 4 de diciembre de 1967, para administrar el colegio.  El director general del liceo – un francés – fue designado como ejecutor de aquella.

La cooperación que brindaría cada uno de los gobiernos quedó bien establecida. Los franceses ofrecerían ayuda en el plano pedagógico, suministrando  parte del material didáctico y poniendo  gratuitamente, bajo la Asociación, cierto número de profesores.

El Gobierno de Costa Rica también  aportaría docentes, así  como  ayuda material y financiera que le permitiera, al liceo  contar con locales, equipo en general, y servicios administrativos.
La Asociación  Franco Costarricense de Enseñanza, desde su origen, ha estado constituida por personalidades que han  creído en la cultura europea y en los valiosos aportes que puede traer a las tierras latinoamericanas.

Con su obra y su talento, todas ellas respaldaron el objetivo primordial de este centro de enseñanza: llevar al alumno mediante esfuerzo de observación y reflexión, y de esta manera, adquirir, no sólo datos indispensables  sino un espíritu inquisitivo hacia todo lo que rodea.



 La Casa de los Leones

Dos pueblos amigos

La visión de dos grandes estadísticas pudo superar las marcadas diferencias de desarrollo y significación política entre dos estados de muy diferente historia para generar un vínculo que supera todas las diferencias y uniera como ningún otro en forma permanente a dos pueblos  de hombres de buena voluntad. El vínculo de la cultura, es sin duda el más sólido en la búsqueda de la fraternidad internacional.

El General Charles de  Gaulle y el Ex Presidente José Joaquín Trejos  Fernández, interpretando el sentir de sus pueblos y reconociendo la influencia de la cultura francesa especialmente en los aspectos jurídicos y civilistas, aunaron sus esfuerzos para que  pudiera establecerse en Costa Rica un liceo franco costarricense en el que se conjugaran para siempre las culturas de dos pueblos amantes de la paz, del arte y la vigencia plena de los derechos del hombre, contando para ello con la acción eficaz y decidida de sus respectivos Ministerios de Relaciones Exteriores, Sr. Maurice Couve de Murville y Fernando Lara Bustamante.

Cuando fui designado Embajador de Costa Rica en Francia por el ex presidente  Trejos Fernández , me fijé la meta de contribuir  para que la voluntad de aquellos dos grandes presidentes, pudiera concretarse sin demora y fue así como en los encuentros previos  a mi partida para Francia tuve la enorme satisfacción de constatar que el siempre bien recordado Maurice Perrin, Embajador  de Francia en Costa Rica, era también un entusiasta agente para la realización de tan trascendental propósito.

Me propuse aprovechar de la mejor manera las oportunidades que se me presentaran para promover  la idea de mi gestión de Embajador de Costa Rica en Francia.

En el acto de presentación de credenciales ante el presidente de Gaulle se expresó de Costa Rica, aproveché el momento para mencionarle  el especial  interés del Presidente Trejos  Fernández por la pronta  creación de un liceo franco costarricense y vivamente  interesado el Presidente de Gaulle preguntó a su Ministro de Relaciones Exteriores  sobre progreso de las gestiones y al informársele que se encontraban en curso,  el Presidente  de Gaulle con la mayor seriedad y firmeza expresó a su canciller su deseo de que  en el término de un año estuviera funcionando en Costa Rica.

Los estadistas sembraron la planta, los gobiernos de ambos  países, los educadores franceses y costarricenses, los padres de familia y sobre todo los estudiantes lo han abonado con sus esfuerzos y sentido de superación hasta elevarla al sitial de gran prestigio que  hoy  ostenta entre las instituciones de segunda enseñanza en Costa Rica.
                                                                                                                     Dr. Herbert Hutt Gil

De la Urbe a la Campiña

Las clases se iniciaron en marzo de 1968 en las casa de los leones, en pleno Paseo Colón frente al  Hospital  Nacional de Niños. Ahí, unos 60 muchachos de los más diversos  orígenes se reunieron,  como conejillos de indias de un experimento cultural.

El hijo del obrero y del intelectual tuvieron cabida en aquella casona, pues desde siempre, en el Liceo Franco Costarricense se valora al individuo por su dedicación al estudio, antes que por cualquier otra cosa.
A aquella construcción arquitectónica  muy  hermosa,  pero  nada  cómoda  como  edificio escolar, se le unió la edificación de unas cuantas aulas, en la parte de atrás, para abrir la escuela primaria, la que laboró allí cinco años.

En ella se aprovechó hasta el último rincón,  pues incluso  el viejo garaje era usado como taller de Artes Plásticas.
Pero el colegio crecía y aunque los leones complacientes seguían haciendo guardia de honor a los estudiantes, éstos debieron partir hacia la campiña, muy lejos del ruido de ambulancias que constantemente interrumpían las clases.

Se compró un terreno de casi cinco hectáreas en Concepción de Tres Ríos, a donde siempre se tuvo la ilusión de crear una infraestructura cómoda, que  permitiera el máximo desarrollo  del educando, ya no sólo a nivel  intelectual, sino también en el deportivo.

En las vacaciones  de verano, entre 1975 y 1976, el Gobierno de Costa Rica contrató  a una empresa mexicana, para  que construyera la primera parte de lo que sería el liceo.

Poco tiempo después, a una donación de  Francia se unió un préstamo de una desinteresada colaboradora del  Liceo: La señora de Ruenes, y con esos fondos se construyó la preparatoria y el área de laboratorios.
Fue en 1987 cuando, además de algunas ampliaciones y modificaciones en la  preparatoria, se inició la construcción de las áreas deportivas incluyendo un gimnasio.

El Gobierno de Francia  donó un sistema de computo con 24 máquinas  y dos terminales.  Con este equipo, los estudiantes complementan sus lecciones y no sólo las científicas, pues utilizan programa francés, historio e incluso música.

Y como la información es la mejor arma del hombre moderno, el liceo cuenta con un C.D.I (Centro de Información y documentación)  que tiene la misión de crear en el niño el hábito de la lectura, pues desde el primer nivel de maternal se les estimula para que  lleven los libros a su casa. De esta manera el menor tendrá fácil acceso a la literatura francesa de la más diversa índole.

Desde 1986, el liceo cuenta con un equipo de video que le permite a los alumnos disfrutar de filmes, documentales y noticas francesas.

La preparatoria  comienza a los 31/2 años con la idea de que el menor comience a aprender el francés desde muy temprana edad.

Es importante anotar que  la mayoría de los alumnos del Liceo provienen de hogares  no francófonos,  de ahí la importancia  de que el niño escuche el nuevo idioma lo antes posible.
Quedan cosas por hacer como mejorar el área deportiva y ampliar algunas secciones la Junta, la dirección y el personal trabajan intensamente en ello.

Quién Administra?

La Asociación Franco  Costarricense de Enseñanza, fue constituía legalmente el 04 de diciembre  de 1967 y es la encargada de administrar los fondos del Liceo.  Para ello, su asamblea general, integrada por amigos de Francia y Costa Rica sin fines  de lucro, nombra una junta  directiva que se encargará, ad honorem, de la administración económica.

Es así como se explica que la entidad tenga tres tipos de empleados: los pagados por el Gobierno de Costa Rica, los que envía Francia y aquellos, que contrata la Junta  para apoyar la labor docente  y administrativa del resto.

Por eso, es la Junta de la Asociación la que decide el monto de la colegiatura, y quien apoya al director en la ejecución de actividades que reúnan  fondos  para cubrir ciertas necesidades.
Es,  sin embargo, el director  de nacionalidad francesa según el Convenio quien lleva sobre  sus espaldas la responsabilidad  general, pero también toda la autoridad pedagógica conciliando las normas de los dos sistemas  educativos oficiales.

Eugenie Salvatierra



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