martes, 7 de agosto de 2018


Capítulo nuevo, página en blanco


“El Franco es un Liceo que está en muy malas condiciones de infraestructura, nadie habla francés, la gente es problemática, …” Así es como fuimos descritos, inicialmente, a nuestro nuevo director.

Lo importante no es quién dijo esto ni por qué, sino saber que tenemos ahora la oportunidad de construir otra imagen, una positiva. Depende de cada uno de nosotros probar que esos rasgos no nos representan o, por el contrario, reafirmarlos.

Revisemos a conciencia nuestro actuar como empleados: ¿Doy lo mejor de mí en cada día de trabajo?, ¿Estoy pendiente de ser responsable, puntual y de ausentarme solo por emergencias?, ¿Aporto una sonrisa, amabilidad y calidez a las personas con las que trabajo día a día; sean compañeros, estudiantes o papás y mamás?, ¿Inspiro confianza a las personas que me rodean laboralmente?, ¿Mantengo una mente abierta y estoy dispuesto a cambiar y a negociar para mejorar en mi trabajo?, ¿Intento resolver los problemas de manera directa, personal y asertiva?, ¿Cumplo con mis obligaciones, sin necesidad de que alguien esté vigilándome?

 A veces, nos escudamos en los problemas laborales o en el ambiente de trabajo para no dar lo mejor de nosotros mismos. Esta vez, casi como con el cometa Halley, que se logra disfrutar una vez en la vida, tenemos un equipo de dirección excelente, tanto en primaria como en secundaria; personas de un gran valor profesional y humano que se ganan el cariño y la confianza con solo conocerlos. Ya no hay excusas para no amar nuestro trabajo y ser funcionarios entregados.

Muchas gracias al señor Boy por su voto de confianza, por arriesgarse y darnos una oportunidad. Muchas gracias, también, al señor Braz y las otras personas del cuerpo diplomático, que no perdieron la fe en nosotros y han intentado siempre ayudarnos, logrando, incluso, que tengamos la suerte de contar con el actual director.

Compañeros y compañeras, los siguientes años de historia los escribimos nosotros, está en nuestras manos hacerlos positivos y productivos. Trabajemos juntos para que ese listado de defectos y de personas dispensables quede en el olvido. Todo depende de nuestro puño y letra.