Los
tres mitos
Superman, la Mujer Maravilla o el Hombre Araña
cobran "vida" cuando tenemos la ilusa idea de que hay alguien por
allí capaz de resolverlo todo actuando solos. En similar modo, algunos
equipos sufren frustraciones profundas luego de creerse en estado de
perfección y también, hay organizaciones que se derrumban por no
aceptar el golpe del autoengaño de sentirse infalibles. Estas son las
premisas de tres mitos que conviene erradicar.
El mito del
líder perfecto. Hay personas que llevan a un equipo a altos
niveles de desempeño; sin embargo, algunos de los miembros pierden la
perspectiva y comienzan a maximizar más las limitaciones que las virtudes de
ese líder. Las debilidades se resaltan por encima de las virtudes y la decepción
de constatar que esa persona no es "sobrenatural" nubla la mente de
quienes debieran estar agradecidos por los logros alcanzados con su guía.
En el otro
lado de la moneda, hay líderes que comprenden perfectamente que no son
omnipotentes. Solicitan ayuda para compensar sus carencias, se rodean de
expertos para escuchar consejos, enriquecer su criterio y tomar decisiones
sensatas. Saben que creerse todopoderosos sería la semilla de la
autodestrucción de su liderazgo.
El mito del equipo perfecto. El síndrome conocido como "groupthink" ("pensamiento de grupo") se presenta cuando los miembros de un equipo se aferran tanto a la idea de que deben ser totalmente armónicos, unidos y pacíficos, que con tal de no discrepar toman decisiones que van en contra de su propia sobrevivencia. Se descarta la crítica, se evaden los conflictos y se pretende un consenso que apenas se logra decidiendo lo irrelevante. Se cree invulnerable y este autoengaño queda al desnudo en el momento menos oportuno.
En
contraposición, hay equipos que premian la crítica, los cuestionamientos a
fondo, la verdad sin anestesia y se enfrascan en discusiones serias, al
término de las cuales toman decisiones de gran calidad. Saben que ni el más
inteligente de sus miembros es capaz de tomar mejores decisiones que las que
el equipo toma en conjunto.
El mito de la organización perfecta. ¿Qué empresa no pasa por excelentes épocas de grandes éxitos? Sus departamentos parecen disfrutar una química perfecta y los resultados confirman eso. No obstante, si alguna de las áreas falla en algo, las otras podrían recriminarle sin piedad. La creencia de que siempre todo será o debe ser extraordinario frena el atrevimiento de intentar cambios o de ventilar con honestidad errores cometidos.
Dichosamente,
también existen organizaciones sensatas que no se dejan impresionar por sus
propios resultados, pues saben que luego vendrán épocas menos halagüeñas.
Entonces estimulan a sus departamentos para que se exijan unos a otros, para
que se ayuden cuando uno decae y para que la perfección sea apenas un
ideal del cual están lejos. La superación es su antídoto contra la cultura de
la zona de confort.
El riesgo de
los mitos es que pueden convertirse en la "realidad aceptada" y en
un verdadero motivo por el que líderes, equipos y empresas no sostienen en el
tiempo sus pasajes de éxito. Incluso, a veces los mitos suelen ser más
poderosos que la verdad de las cosas. ¿Hay mitos sobre usted y sobre
algo en la empresa que se convierte en un grillete para avanzar?
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Publicado por German Retana 2015.
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