¡No al
NO!
“Lo que
sucede es que si alguien sugiere algo, antes de que termine de hacerlo le
decimos que no se puede, eso es lo que debemos cambiar de inmediato.” Así se
expresaba una ejecutiva ante su equipo gerencial. Sin embargo, esa es tan solo
una de muchas formas en las que un “no” prematuro aniquila ideas, motivación y
sentido de pertenencia en las organizaciones.
¡No porque no!
Desdichadamente, hay personas “programadas” para encontrarle peros a toda
iniciativa que escuchan en el equipo. Exhiben una impaciencia suprema para
escuchar la idea completa y reaccionan obstruyendo la imaginación. Ni siquiera
son capaces de identificar algo bueno en la propuesta. Lo malo es que quienes
les rodean se percatan que sugerir es perder el tiempo y poco a poco el
estancamiento carcome al equipo.
¡No a resultados
diferentes! Es imposible alcanzar lo extraordinario haciendo lo ordinario, lo de
siempre. El temor a lo desconocido atrinchera la innovación. Esto equivale a
estar vivo sin vivir, dice un popular refrán. La comodidad anestesia la
ambición y sin presión por elevar el nivel de desafío, la complacencia envuelve
al equipo o a sus líderes. Todos saben que pueden lograr más, pero para qué complicarse
si así creen estar bien.
¡No a personas
específicas! ¿Hay unos más “iguales” que otros en su
organización? ¿Ha percibido que dos personas sugieren lo mismo pero a una le
dan atención y a la otra le ignoran? Los prejuicios se alimentan de la ignorancia
y del desconocimiento de las personas como tales. Se acrecientan con
resentimientos, miedo a la discrepancia e incapacidad para ser objetivos. Los
juegos políticos terminan sobreponiéndose al valor u origen de las ideas.
¡No a la fluidez y la
eficiencia! Ejercer control de gastos es muy racional; pero caer en la burocracia
excesiva y en la tramitología paralizante es una vía rápida para devastar la
innovación, el servicio al cliente y la capacidad de respuesta al cambio.
Quienes formulan procedimientos engorrosos los defienden sin tregua, y quienes
evaden el calvario de sobrevivirlos se resignan a no complicarse lidiando
contra “el sistema” y reducen su productividad.
¡No al sentido común! Hay
procedimientos y situaciones obvias por su disfuncionalidad, pero no se
rectifican ante la ausencia de alguien con poder para aportar sensatez,
criterio e inteligencia para abolirlas. La rutina se adueña de la mente de
quienes se limitan a ejecutar lo establecido, sin percibir los efectos de sus
propias acciones.
¿Cuáles de estos “no” se dan en su equipo o en usted? ¿Cómo sería al ambiente de trabajo en su organización si le dieran un No al NO? Intente no decir no a esta sugerencia…
¿Cuáles de estos “no” se dan en su equipo o en usted? ¿Cómo sería al ambiente de trabajo en su organización si le dieran un No al NO? Intente no decir no a esta sugerencia…
Publicado por German Retana el día 30 ene, 2015.
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